Me gustaría ser mejor
con las despedidas.
Hay
tanta tristeza
al irse del mar
y más
si las gaviotas pían
o gritan
o lo que sea
que estén haciendo.
Lo que está ahí atrás
es un romance que
se me esconde
como
todos los romances.
El sol desaparece y
el mar suena más
fuerte
acá y allá
le daría un beso
que no termine.
Me gustaría ser menos
sensible a la
lejanía
menos sensible también
a la potencia
del amor
de la poesía.
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