Nos miramos desorientados
gastamos cada segundo que podemos
pensando
y buscamos con nostalgia
cuál época fue madre
de ésta que esta llena
de fanatismos y sensaciones
que reemplazan argumentos
con ecos de ecos de palabras vacías.
Nos miramos
porque no queremos perdernos de vista
sabemos que lo que necesitamos
es creer en algo y abrazarnos
aunque digamos lo contrario
y reneguemos de la percepción
que nos separa en continentes
en dos opuestos eternos
delimitados por la poesía.